Un abastecimiento seguro, confiable y accesible de agua es esencial para la buena salud. Las dimensiones más conocidas de esta relación son cantidad y calidad de agua para: consumo, como hidratación y para la preparación de alimentos; higiene personal y de los enseres domésticos; y, saneamiento para la eliminación adecuada de excretas. Sin embargo, el agua y los ecosistemas de agua dulce juegan un papel importante en otros espacios de la salud, el bienestar humano y el desarrollo sostenible. La pandemia del COVID-19, sin duda ha incrementado nuestro consumo y el impacto negativo en los ecosistemas de agua dulce; por lo tanto, las medidas para superar la emergencia deben considerar los vínculos entre agua, salud y ecosistemas.

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Photo: Bridge-Andes.

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